
Hace un tiempo tuve una pareja de pacientes, la cual cada una se tatuó el nombre de la otra en letras grandes en pleno antebrazo. ¿Muy bonito y muy tierno, no? Esperemos que Dios les bendiga siempre su unión, pues no es tan fácil conseguir otra pareja con el mismo nombre. Les recuerdo que el cantante Marc Anthony llegó también a grabarse el nombre de Jennifer López en su muñeca, de quien terminó divorciándose.
Muchos tatuajes se hacen en momentos de borracheras, depresión, euforia y entonces, no se piensa con la razón. A veces tatuamos kanjis orientales que creemos saber lo que significan y a veces no son lo que creíamos o tienen más de un significado. O tal vez escogemos temas desagradables o conflictivos que más tarde, en un ámbito profesional, resultan vergonzosos o de mal gusto. Recuerda que con los años, los molleros se pierden y tal vez aquella bailarina exótica luce como un globo desinflado.